El aborto

Es increíble que en los tiempos que estamos, el aborto siga siendo tema tabú. Nunca te enteras de las personas que sufrieron un aborto hasta que tú o alguien muy cercano, lo sufre. Entonces empiezan a salir historias de la familia, amigos o personas cercanas que pasaron por esa dramática situación.

Cuando una mujer sufre la pérdida de su bebé no nacido, se produce Silencio o una serie de comentarios , bien intencionados, pero totalmente fuera de lugar.  Nadie puede consolar a una persona que ha perdido a su bebé, no hay palabras que calmen ese desgarro que siente su alma, nada ni nadie puede ayudarle, solo ella puede.

A una mujer que acaba de perder a su bebé no puedes decirle:
“Eres joven” “ya tendrás otro” “estabas de poco tiempo ESO aún no era nada” “no pasa nada, eso le pasa a mucha gente”

Cómo se pueden decir esas cosas… una madre que ha perdido a su bebé no quiere otro, quiere a ese.
Una madre que ha perdido su bebé no piensa en si es joven o vieja, piensa en las ilusiones que tenía y en la pena que siente.
A una madre que pierde su bebé no le puedes decir que “ESO” aún no era nada, por muy poco tiempo que tuviera era su futuro bebé, eran sus ganas, sus ilusiones, sus sueños dentro de un pequeño embrion. No era nada? Era todo lo que esa mujer quería, era su mundo.
A una mujer que ha perdido a su bebé no le puedes decir que eso le pasa a mucha gente, restando importancia al drama que esa mujer lleva dentro.

No, esas frases no consuelan, solo empeoran la situación.

A una madre que ha perdido su bebé, acompáñala en silencio, dale abrazos y besos, simplemente pregúntale si necesita algo. No le preguntes si está bien, porque te va a mentir, te dirá que si aunque por dentro se esté muriendo del dolor.
Una madre que pierde a su bebé, necesita llorarlo, expresar lo que siente si así lo desea, necesita espacio y tiempo para recomponerse, no se le puede exigir que esté bien porque simplemente no puede estarlo.

Y lo que realmente necesita el mundo es romper el tabú que aún existe en referencia a la mujer, a sus ciclos, al embarazo, y al aborto, eso no son “cosas de mujeres” son cosas de personas que tienen sus procesos, y en casi todos los casos se ve envuelta en el silencio.

Silencio para que nadie se entere de que no pudiste dar la vida a un hijo, silencio para que nadie se entere de que tu marido o tú eres  infertil, silencio para que nadie juzgue y comente tu vida. Por que para ser jueces todos estamos dispuestos.
Y eso, es muy triste. Bastante dolorosa es la pérdida, para no poder nombrarla, para olvidarla en un cajón, para que nadie diga nada, para no poder expresar lo que te paso y encontrar un desahogo.

No te calles, suelta todo ese sentimiento reprimido, suelta tu miedo, suelta tu dolor. No te ancles en ese recuerdo. Háblalo, grítalo, suéltalo y por último Acéptalo. Porque eso es lo único que nos queda, aceptarlo y seguir caminando.

Susana Toro Macías.

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