Hay muchas formas de hablar de este cuento, pero a nosotros nos gusta hablar de la pequeña historia de una pareja que quería crear una familia y juntos seguir disfrutando la vida. Pero lo que les pasó es que justo cuando todo parecía salir adelante, perdieron su ilusión.
Ésta es la historia de un aborto, de la despedida de un ser muy deseado que tuvo prisa por nacer.
Escribimos este cuento, en primer lugar, pensando en cómo explicaríamos a nuestros futuros hijos que, antes de ellos, una semilla de ilusión había estado dentro de nosotros y que habíamos sido tan felices como cuando supimos que ellos estaban creciendo en el vientre de la madre.
En segundo lugar, creamos el cuento para compartir con el mundo que este pequeño ser estuvo presente y dejó una huella dulce en nuestras vidas y en las de todos aquellos a los que amamos.
Por último, a medida que compartíamos nuestra historia, descubrimos que ésta no era más que la historia de muchas familias. Fue muy bonito ver cómo podíamos dibujar sonrisas en las caras de muchas madres y padres y ayudarles con este cuento a poder explicar a los más pequeños de casa realidades que, a veces, nos hacen demasiado daño y nos cuestan contar.
El colofón final que dio forma al proyecto fue la labor de Mónica Pinyol, amiga e ilustradora, que nos ayudó a satisfacer el deseo de poner imágenes a nuestras palabras, a nuestra historia.
Nuestro objetivo es hacer crecer este cuento, compartirlo y hacerlo llegar lejos para que, dibujando sonrisas en la cara de quienes lo lean, podamos llegar a vivir aquella historia como una fiesta.
Sigue este proyecto en Instagram: @mireiapressaperneixerCaracterísticas del libro
36 páginas
Formato: 24 x 17 cm
Tapa dura
CONOCE A LOS AUTORES
Hablar de quien somos Mireia Gallardo y Pep Villaplana siempre es la parte más complicada. No somos más que una pareja que, como muchas, después de compartir momentos dulces y cautivadores decidimos tomar un compromiso más firme; y, de ese día a día, de ese amor que fuimos cultivando, surgió la ilusión de ampliar la familia. Deseábamos tanto mimar a un pequeño ser, habíamos hablado de ello infinidad de veces, despiertos y en sueños, y cuando supimos de su llegada estuvimos muy contentos; pero este pequeño ser tenía ganas de volar…
No fueron momentos fáciles, pero si algo tuvimos claro desde el principio es que aquella historia había sido muy importante en nuestras vidas y que no la queríamos esconder. Escribir un cuento explicando esos momentos fue un regalo que nos hizo la vida, y que nos ayudó a transformar las emociones y a sentirnos cada vez mejor. Ojalá muchas familias también puedan ayudarse de estos cuentos y disfruten compartiendo su historia con las ilustraciones tan dulces y acertadas que ha hecho Mònica Pinyol.
Mónica, la ilustradora, es mucho más que eso. Ella ha sido la persona adecuada para ilustrar esta historia tan personal porque tiene la sensibilidad, la bondad y la magia de saber captar para después plasmar todos los detalles y todas las sutilezas que este tema requiere. Ella es una gran “escuchadora” de la vida, paciente, de esas personas que dejan huella. Creemos que tiene la capacidad de hablar a través de sus imágenes y de ayudarte a adentrarte en el mundo de los colores y las formas que te hacen despertar emociones y aventuras.
Los tres hemos disfrutado creando este cuento y hemos pensado mucho en los niños y niñas, y también en las familias de estos niños y niñas. Seguramente nuestra profesión nos ha ayudado, ya que los tres disfrutamos haciendo de maestros, compartiendo nuestro día a día en el colegio, y nos gusta contar historias y acompañar a los pequeños en su desarrollo.
Queremos publicar este cuento porque las pequeñeces de unos toman sentido sólo cuando se inscriben en un proyecto de muchos.
